Perforaciones septales
El tabique nasal es una lámina rígida que divide el interior de la nariz en las fosas derecha e izquierda. Se compone de una lámina de hueso y cartílago cubiertos por mucosa en sus dos superficies. Cuando el tabique presenta un orificio que comunica una fosa nasal con la otra se denomina perforación septal.
Las posibles causas de las perforaciones septales son intervenciones quirúrgicas previas, traumatismos, exposición a tóxicos (cocaína), y menos comúnmente enfermedades inflamatorias o tumorales.
Suelen ser asintomáticas, pero pueden acompañarse de secreción costrosa y/o maloliente, sangrado, silbidos respiratorios y deformidad nasal por pérdida de apoyo de la pirámide.
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La cirugía
Las posibles técnicas para su reparación incluyen la rotación septal y los colgajos vascularizados de mucosa del resto íntegro del septum o de los cornetes. La intervención habitualmente se practica por vía endoscópica, aunque ocasionalmente es de ayuda un abordaje abierto a través de la columela.
La indicación quirúrgica, la técnica a seguir y las expectativas de éxito están condicionados por el tamaño de la perforación. En su caso, el abandono definitivo del consumo de cocaína es condición imprescindible para tener alguna posibilidad de conseguir la reparación de la lesión.