Amígdalas
Las amígdalas son un tejido linfoide y por lo tanto con función defensiva que se encuentra en la faringe. Se indica su extirpación fundamentalmente cuando se presenta un gran numero de infecciones que entorpecen la vida normal, cuando se presentan complicaciones supuradas (abscesos) o inmunológicas (fiebre reumática , endocarditis, glomerulonefritis, etc.), o cuando su tamaño es tal que dificulta la deglución o la respiración durante el sueño. No es cierto que se pierda un tejido de defensa imprescindible al extirparlas, ya que su función la toma entonces un sistema linfático denominado anillo de Waldeyer.
En determinados casos, sobre todo cuando la patología causada es de carácter obstructivo y no infeccioso (caso del síndrome de ronquido, apnea o hipopnea del sueño en niños), puede estar indicado practicar reducciones del volumen amigdalar, en vez de la extirpación completa. En este caso puede ser útil ayudarse de equipos quirúrgicos de laser, tradiofrecuencias o cavitadores. En estas circunstancias, el postoperatorio es más leve.
La amigdalectomia se practica bajo anestesia general , por disección quirúrgica cuidadosa , con sutura de la faringe mediante puntos que se reabsorven expontáneamente, con lo cual es excepcional la hemorragia como complicación.
Debe administrarse analgésicos en el postoperatorio para mitigar el dolor, con lo cual se hace aceptablemente soportable (aproximadamente igual que cuando se sufre de anginas). Los tres a cinco primeros días debe seguir una dieta blanda y fría. En los niños debe controlarse la presencia de acetona en la orina.
Para practicar la intervención debe ingresar en la Clínica a las 8 de la mañana del día indicado en ayunas de agua y alimentos desde las 12 de la noche del día anterior, con el estudio preoperatorio en orden. Se le intervendrá a lo largo de la mañana en función del programa quirúrgico. Al día siguiente se le dará el alta, pudiendo reanudar su actividad laboral o escolar a la semana de la intervención ADENOIDES Las vegetaciones adenoides (carnots, coloquialmente) son un tejido linfoide (idéntico a las amígdalas) que se encuentra en la parte posterior de la nariz, por detrás del paladar.
Cuando su tamaño es excesivo, causan obstrucción nasal y mucosidad, que tiende a acumularse en el oído medio a través de un conducto que se encuentra también en la parte posterior de las fosas nasales, la trompa de Eustaquio. También facilitan los catarros de repetición y el ronquido.
Si el cuadro clínico no cede al tratamiento con fármacos o se repite con excesiva frecuencia, se extirpan. Es una intervención muy simple que se practica por la boca, preferiblemente bajo anestesia general. El niño puede irse de alta a las pocas horas o al día siguiente, siguiendo el primer día una dieta blanda; al segundo día ya puede salir de casa.
La adenoidectomía se practica preferentemente después del año y medio de edad.