Timpanoplastia

Miringoplastia
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La presencia de perforación timpánica (otitis media crónica simple) puede ser causa de infecciones repetidas en el oído, desencadenadas fundamentalmente por catarros o por la entrada de agua. Esto provoca frecuentemente secuelas permanentes en la audición y en ocasiones en el equilibrio, que aún son más graves si se cronifican las infecciones. La intervención destinada a cerrar la perforación timpánica consiste en practicar un injerto de material obtenido del propio paciente, generalmente tomado de debajo de la piel que hay por detrás de la oreja, mediante una pequeña incisión (por lo que es preciso rasurar unos tres centímetros de cabello , que luego oculta la cicatriz ). Habitualmente la colocación del injerto se practica sin incisiones externas, a través del conducto auditivo, mediante microcirugía. Si se da el caso de que existen lesiones en la cadena de huesecillos que transmiten la onda sonora ala oído interno (martillo, yunque y estribo), se intentan corregir remodelándolos o sustituyéndolos por prótesis.

El porcentaje de éxito en el cierre de la perforación es aproximadamente del 90% y depende de la aceptación o rechazo del injerto , siendo necesarias en ocasiones reintervenciones. No se puede garantizar siempre mejoría auditiva aunque se cierre la perforación, por que la audición depende de muchos otros factores. La intervención puede practicarse con sedación y anestesia local o bien con anestesia general. Suele volver a su domicilio el mismo día en que ha sido operado. Existe una variante de la otitis media crónica que es el colesteatoma. Este es una lesión benigna que consiste en un acúmulo de células en el oído medio que supura y que destruye los tejidos que lo envuelven, incluso el hueso , por lo que puede dar lugar a graves complicaciones como meningitis , absceso cerebral, parálisis facial, vértigo por destrucción del órgano del equilibrio o perdida total de audición. Es preciso extirpar el colesteatoma e intentar reconstruir el oído medio (intervención que se realiza a través de una incisión que queda oculta detrás de la oreja) dada la gravedad de sus complicaciones , que aún así excepcionalmente pueden aparecer tras la intervención , por lo que es preciso un control regular.

La intervención se practica bajo anestesia general y habitualmente regresa a su domicilio al día siguiente. En ambos casos debe practicarse estudio preoperatorio. El ingreso es a las 7.30 horas de la mañana en ayunas desde las 12 de la noche (de agua y alimentos), y se le intervendrá a lo largo de la mañana en función del programa quirúrgico, aportando el preoperatorio

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